Seguro tú también. De hecho, deben ser varias.

No hay duda de la sensación placentera que produce la aparición de una idea en nuestra mente, ya sea ante un problema en el que estamos enfocados, o incluso así de repente, en cualquier otro momento. Tal vez el cerebro es tan inteligente que produce esta sensación para recordarnos que esto es algo bueno.

Lo que yo no sé si es tan bueno es compartir esa idea, menos aún cuando recién se nos aparece. Sí, también es placentero participar con algo en la discusión, sobretodo si parece interesante. El problema es que usualmente valoramos más la participación que el aporte, como si “algo hay que decir” fuera mejor que decir algo bueno.

Este problema nos lo generamos nosotros mismos, poniéndonos presión por mover la lengua o los dedos para llenar los vacíos. Si no, no existirían las tan difundidas reuniones de lluvias de ideas o las enormemente ambiciosas como “Duplicar los Ingresos”. En una lluvia de ideas caen puras gotas, casi nada aprovechable. En exactamente una hora de reunión, instante que todos esperan para recién pensar en el problema, no necesariamente va a ocurrir que justo los cerebros se sincronicen y hagan magia.

Estamos tan llenos de ideas que las tenemos que sacar para que entren más, sin darnos cuenta que estamos llenando el balde de los otros y así todos quedándonos empachados de ideas, como la canchita o el maní antes del plato de fondo.

Imagino las ideas como miles burbujas que entran en la mente, con la particularidad de que puedes dejar que tengan total autonomía para ingresar, salir, crecer o desaparecer, o puedes trabajar en controlar todos estos eventos. Yo prefiero hacer crecer las burbujas que me importan, sabiendo que esto implica reducir el tamaño o incluso dejar que muchas otras revienten, incluso con el riesgo de que una gran burbuja también reviente en algún momento.

No sé tú, pero yo no necesito más ideas, salvo para los temas en los que no tengo “ni idea”. Lo que sí necesito son grandes ideas respecto a los temas que me importan. Así que si tienes alguna buena idea, por favor, mejor te la guardas, porque a diferencia de nosotros, ella sí sabrá cuándo salir a la luz.


Suscríbete y recibe más contenido como este: