No conozco a nadie mejor que él, y siendo toda una persona, nunca llegaré a conocerlo por completo. Pero estoy casi seguro que en un tiempo ya no será el mismo, en el sentido de que le gusten las mismas cosas, piense de la misma forma o haga lo mismo que hace hoy.

Yo creo que en la mayoría de contextos soy introvertido, pero en realidad es porque todo el tiempo estoy hablando con mi inseparable mejor amigo. Es el único al que le acepto consejos y de quien escucho reprimendas con real atención, aunque también se puede estar equivocando. Es con quien me puedo entretener casi todo el tiempo y tener una verdadera conversación.

También es cierto que a veces es presa de las circunstancias y a pesar de tener claro cuál es el comportamiento adecuado en la mayor parte de situaciones, decide lo contrario.

Me hace preguntas que a veces no puedo responder, del mismo modo que yo le hago preguntas que lo dejan pensando. Entre ambos solemos llegar a conclusiones que nos dejan tranquilos, siendo muy conscientes de que pueden no ser ideales pero sí las mejores a las que podemos llegar juntos.

Dado el valor que tengo por nuestra amistad, cada vez me preocupo más por su estado de salud. Intento que descanse bien, no perturbarlo innecesariamente, que haga ejercicio constantemente y que viaje por todo sitio al que me sea posible mandarlo.

Sé que algún día nos vamos a separar por la muerte de alguno de nosotros. Más probable es que yo muera primero, pero sé que casi inmediatamente él morirá también. Así de unidos y dependientes somos.

Yo no sé si fue él o fui yo quien escribió esto, pero ambos estamos de acuerdo con todo y enormemente agradecimos por toda nuestra amistad.

Todos tenemos un amigo igual, pero no tenemos la misma relación. Felizmente, esto se puede arreglar.


Suscríbete y recibe más contenido como este: