Recuerdo haber invertido una buena cantidad de tiempo alguna vez buscando información que analizara la comparación entre leer libros impresos o digitales (no tanto audiobooks), pero en este artículo se habla de los tres.

Para mi, gran parte de mi lectura había sido con mi Kindle, y siempre me pareció súper útil tener muchos libros en un solo dispositivo, pero sobretodo, poder subrayar y anotar cosas (si no usas Readwise para revisar tus highlights, realmente te lo recomiendo).

Hace algún tiempo empecé a comprar también libros impresos porque ya los había leído y me parecía indispensable tener los mejores en la biblioteca (son más fácil de prestar), o porque simplemente no están en Kindle (como ocurre lamentablemente con gran parte de lo escrito en español).

Pero en este artículo encontré un motivo adicional interesante: cuando requieres “estudiar” el libro.

Para mi los audiobooks tienen tres usos interesantes: un libro cómodo de escuchar (no muy complejo), repasar un buen libro impreso o practicar listening (en mi caso al menos).

Aquí el artículo.