Una buena pregunta es aquella que se deja entender, lo cual usualmente implica una explicación del contexto que dé a entender por qué se hace la pregunta.

Una buena pregunta es la que mejora la conversación, a partir de sacar a la luz una buena idea, usualmente en formato de respuesta.

Una buena pregunta es a la que le importa. Es la que realmente quiere saber más. No la que cree que sabe más que el preguntado.

Una buena pregunta no está hecha por una persona experta o inexperta, sino por la persona que la hace en el momento adecuado.

Una buena pregunta es la que la mamá le hace al niño cuando regresa de la escuela: “¿Qué pregunta hiciste hoy?”

Una buena pregunta es la que sale de tu boca, no la que se queda en tu cabeza.

Una buena pregunta es aquella que no tiene respuesta pero que todo el tiempo te ayuda a reflexionar sobre lo que importa, pues aún con desconocimiento el ser consciente de ello es un gran avance. Es la pregunta que te haces todo el tiempo a ti mismo, y que solo tú puedes intentar responder.

Una buena pregunta, es simplemente, la que sigue.

Una buena pregunta incluye “por qué”, “qué” o “cómo” (a mí me gustan en ese orden), pero la verdad es que lo más importante es hacer las preguntas que saber las respuestas (porque no hay respuesta que valga si no tiene una pregunta).

“¿Qué es una buena pregunta?” es, tal vez, una de las mejores preguntas.


Suscríbete y recibe más contenido como este: