Los seres humanos siempre nos enfrentamos a este dilema, donde el “sí” o “no” surge todos los días. A su vez, esta dualidad se expresa a lo largo de nuestra vida por la presencia constante de conceptos diferentes,pero también complementarios, y fundamentales para lograr un importante equilibrio.

La otra vez leí un artículo llamado “The Focus to Say No” (“El Enfoque para Decir que No”) en donde explicaban porqué a las personas se nos hace tan fácil decir que sí; pero decir que no, nos cuesta mucho. 

Y es que es verdad, en muchas ocasiones nos sentimos obligados a decir que sí, lo decimos por compromiso, por educación o simplemente para no quedar mal con la otra persona. Pero me pregunto, ¿realmente estamos obligados a decir que sí? ¿quién nos obliga? ¿nuestra mente?.

Según el articulo, al momento que decidimos decir que sí, nos estamos comprometiendo a algo que de repente en el momento no sabemos a donde nos va a llevar, pero podemos estar obligados a cumplirlo por años, debido a que inicialmente aceptamos y no hay marcha atrás. 

Quizas decir que sí a una solicitud que nos va a ayudar a crecer puede ser bueno, pero, ¿es necesario decir sí a todo?, la respuesta es que no.

Más bien, se nos debería hacer un poco más fácil decir que no, pero decir que sí nos debe llevar un poco más de tiempo decidirlo. Antes de dar un sí es importante evaluar las circunstancias y pensar “¿cuáles son mis razones para decir que sí a esta solicitud?” y si no estamos convencidos, decir “no” por el momento y pensarlo con tranquilidad luego. 

“Decir que sí consume tiempo, decir que no crea tiempo”.

¿Por qué debemos leer este artículo? 

  • Nos hace lograr entender y comprender las razones por las que muchas veces decimos que sí cuando realmente queremos decir que no o simplemente queremos pensar nuestra respuesta un poco más. 
  • Nos ayuda a quitar el sentimiento de culpa de decir que no ante una situación. Por el contrario, nos explica los motivos por los cuales decir que no, no está mal, más bien puede ser una excusa perfecta para seguir escalando y poder encontrar mejores oportunidades a futuro. 
  • Nos explica los pasos que debemos seguir antes de decir que sí, siempre priorizando nuestro espacio y tiempo, que es lo más importante. Tomar una decisión no es nada fácil y mucho menos cuando nuestra respuesta es afirmativa, porque no sabemos las consecuencias que vamos a tener que afrontar a futuro simplemente porque aceptamos algo para “no quedar mal”.
  • Nos brinda consejos para poder dejar de decir que sí. Nos explica que si estamos acostumbrados a ello, quizás al comienzo sería bueno continuar diciendo que sí antes las propuestas que nos brindan, pero poco a poco ir cambiando ello, siendo más selectivos o no decir un sí inmediato, sino decirle a la otra persona que lo vas a pensar. 

Y es que en la vida no todo es color de rosa, tenemos que ser capaces de poder discernir, saber cuándo decir SI o NO y no solo para conformar al otro, sino para darnos cuenta que a pesar de que queremos ayudar, no siempre lo podemos hacer y si no se puede, es mejor decir lo que uno siente de corazón y no comprometerse tan rápidamente. 

Si decimos que no, nadie nos va a tildar de mala persona o de desconsiderado, no tenemos la responsabilidad de ayudar a todas las personas que se nos crucen. 

Es bueno tomar las cosas tranquilamente, pensar antes de decidir y darle a entender a la otra persona porqué decimos que no. Porque a veces en vez de ayudar, nos podemos hundir junto al otro. 

Lee el artículo aquí: https://fs.blog/steve-jobs-saying-no/?utm_source=pocket_mylist


Suscríbete y recibe más contenido como este: