La segunda cerveza no es tan rica como la primera. Lo mismo ocurre con las porciones de postre.

Recomiendan siestas de veinte minutos solamente, pues más allá de eso entramos a una fase del sueño de la que es más pesado despertar, contrarrestando la sensación positiva del descanso.

En los hogares a veces faltan espacios para estar más cómodos, pero eso nos puede llevar a tener tantos que quedan sin usar la mayor parte del tiempo. Peor aún, las personas queremos tener más casas cuando sólo pueden ocupar una a la vez.

En cualquier nueva experiencia profesional se suele aprender mucho al inicio pero luego se puede tornar monótona, siendo migrar la única solución para seguir creciendo.

Más que a la moderación, o más genéricamente, al justo medio de Aristóteles, pensaba que los anteriores son ejemplos de la conocida “ley” de los retornos decrecientes: mucho tiempo, muchas veces, muchos recursos en algún momento dejan de generar tanto retorno como al inicio.

Sin embargo, existen buenos ejemplos de cómo puede ocurrir lo contrario: el músico empieza a crear piezas cada ves más bellas a medida que compone mucho, el médico desarrolla su capacidad para acertar diagnósticos luego de haber tratado muchísimos casos y el inversor es cada vez más prolijo en identificar buenos negocios luego de haber participado en una gran cantidad de ellos.

Visto así, para que el principio de los retornos decrecientes (o el de retornos crecientes) pueda tener posibilidades de ser una ley, faltaría identificar en cuál de las dos situaciones estamos.

Y la verdad que no llego a algo muy concreto pero que puede servir: probar. Sólo cuando bebes demás, cuando duermes demasiado o cuando compras objetos que no necesitas, puede que empieces a sentir los beneficios decrecientes. Si a este sentir lo acompañas de una explicación razonada (“debe ser por esto”) es que puedes saber que estás ante uno de estos casos en donde más es menos. Pero si sigues haciendo algo y no ves reducir los beneficios, lo más probable es que debas seguir en ello, pues parece que se trata de uno de los casos en donde más es más.

Por algo Lao Tzu decía que si quieres adquirir conocimiento debes agregar cosas todos los días, pero si quieres adquirir sabiduría, debes remover cosas todos los días. Yo agregaría que uno logra conocimiento con más, pero sabiduría cuando sabe que ahora necesita menos.


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