Ilustración: @human_nico

Por: Camila Rojas

Para muchos, el concepto de adicción está relacionado únicamente al consumo y dependencia química a sustancias, aunque también el único caso más mencionado de addición que no sea una droga es el de la ludopatía, la cual consiste en no poder dejar de jugar juegos de azar. 

Pero con el paso del tiempo, fuera del ámbito de lo clínico, hay distintas concepciones acerca de lo que se entiende por “adicción”, sumado a ello, con la llegada de las nuevas tecnologías, se empieza a hablar de un fenómeno nuevo el cual es la adicción a las redes sociales. Cabe resaltar que el uso de Internet tiene sus ventajas pero también sus riesgos.[1]

¿Qué es la adicción a las redes sociales? 

Es la dependencia que una persona desarrolla a las distintas plataformas virtuales de interacción con otros, pero esto no es todo, las personas adictas no solo sienten placer al hacer uso de alguna red social, sino también, les agrada a lo que puedan conseguir a través de esas plataformas. 

Eso significa que el uso de estos servicios no genera un pico de placer, sino que lo que se gana es más bien el hecho de evitar desaparecer del mapa social. Normalmente no se busca una recompensa, sino que se trata de prevenir el perderse eventos, no enterarse de ciertas noticias, etc. 

Por otro lado, las redes sociales se encuentran en cualquier dispositivo, como ordenadores, tablets, smartphone, tv y hasta en refrigeradoras. Por ello, su uso es accesible de cualquier forma. 

En una reciente investigación publicada por la revista Cyberpsychology Behavior and Social Networking se detalla un estudio en 449 participantes procedentes de una amplia gama de foros en Internet. De éstos, el 68,9% fueron clasificados como usuarios no problemáticos, el 24,4% como usuarios problemáticos y el 6,7% como usuarios adictos a internet según escalas. El alto uso de foros de discusión, altos niveles de atención centrada en la ansiedad y bajos niveles de autocuidado fueron los principales factores que contribuyeron a la adicción a internet entre adolescentes. Para los adultos la adicción se correlacionó principalmente con el uso de videojuegos e índices altos de evitación social.[2]

¿Quiénes son más propensos a caer en esta obsesión? 

Las redes sociales están disponibles para todas las personas, pero hay una pequeña parte que presentan problemas con esto, ya que son más vulnerables a las adicciones y estos son los adolescentes, ya que buscan obtener sensaciones nuevas, además que son los que más se conectan a intenet. El hecho de estar más familiarizados con las nuevas tecnologías, también apoyan a la idea de hacerlos parte del grupo de riesgo. 

En algunos casos también se pueden observar que hay ciertas características de personalidad o estados emocionales que provocan el aumento de la vulnerabilidad psicológica, estos son: la impulsividad; el malestar emocional; la intolerancia a los estímulos negativos, tanto físicos (dolores, insomnio o fatiga) como psíquicos (disgustos, preocupaciones o responsabilidades); y la búsqueda exagerada de emociones fuertes.

Sin embargo, en muchas ocasiones existe una relación entre un problema clínico previo y la adicción a las redes sociales, como por ejemplo: la timidez excesiva, baja autoestima, rechazo de la imagen corporal, depresión o hiperactividad. Pero en estos casos, es el uso del internet la cortina que trata de tapar un trastorno mucho más severo y que el profesional va a tener que determinar. 

Otras veces se trata de personas que muestran una insatisfacción personal con su vida o que carecen de un afecto consistente y que intentan llenar esas carencias familiares o sociales con un mundo imaginario. En estos casos Internet o las redes sociales actúan como una prótesis tecnológica que facilita el escape de la vida real o la mejora del estado de ánimo.[3]

Riesgo de las redes sociales 

Los riesgos más relevantes que producen las redes sociales aparte de la adicción, son el acceso a contenidos inapropiados, el ciberacoso y la vulneración de la intimidad. Además de que se puede acceder a contenidos pornográficos y violentos. Asimismo esta plataforma muchas veces se presta para que distintas personas denigren a otras, transmitan mensajes racistas y formenten la anorexia o el suicidio. 

De la misma manera, existen personas vulnerables que pueden crearse una identidad ficticia, creada por un factor de engaño, autoengaño o fantasía. Un ejemplo de ello, es que hay personas que prefieren tener relaciones sentimentales virtualmente ya que si la relación se termina, es menos doloroso que en la vida real. Hay otras personas que no distinguen entre lo íntimo, lo privado y lo público y quien exhibe conductas histriónicas y narcisistas, cuando no deformadoras de la realidad (por ejemplo, alardear del número de amigos agregados).

Por su parte, las alertas instantáneas en los celulares (principalmente de Whatsapp) facilita conductas controladoras, debido a que muestra cuando una persona está en línea o cuando fue su última conexión. 

En definitiva, este sistema de mensajería puede crear problemas en la comunicación, como por ejemplo la exclusión social, la vulneración de la intimidad o incluso los malentendidos.[4]

Señales de alarma que te indican que puedes ser adicto a las redes 

  1. No dormir por estar conectado a las red o tiempos de conexión muy altos.
  2. Descuidar otras actividades importantes, como el contacto con la familia, las relaciones sociales, el estudio o el cuidado de la salud.
  • Recibir quejas en relación con el uso de la red de alguien cercano, como padres o hermanos.
  • Pensar excesivamente en las redes sociales cuando no se está conectado, y molestarse o irritarse cuando no puede conectarse o la conexión esta muy lenta. 
  • Intentar limitar el tiempo de conexión, pero sin conseguirlo, y perder la noción del tiempo.
  • Mentir sobre el tiempo real que se está conectado.
  • Aislarse y tener un bajo rendiemiento en la escuela o trabajo. 
  • Sentir una euforia y activación anómalas cuando se esta delante de una pantalla.[5]

Sintomas provocados por las adicción a las redes sociales 

  1. La impulsividad
  1. El malestar emocional
  1. La intolerancia a los estímulos negativos, tanto físicos (dolores, insomnio o fatiga) como psíquicos (disgustos, preocupaciones o responsabilidades).
  1. La búsqueda exagerada de emociones fuertes.[6]

La obsesión por los “likes” 

Para muchos, las redes sociales se han convertido en su carta de presentación y el temor de no ser lo suficientemente popular, llega a ser perjudicial para la salud emocional de los adolescentes y jóvenes. 

Las aplicaciones de Facebook, Instagram, TikTok y Twitter han estado presente a lo largo de los años, pero desde el inicio de la pandemia, ha aumentado el interes de las personas por estas plataformas. Según la sociologa Lourdes España, explica que las personas tienen un gran interes por estas redes ya que “es un entorno en el que se puede estar conectado las 24 horas del día y se crea esa necesidad de querer sentirse acompañado y tener la aprobación social, no solo del círculo social cercano, sino también de los desconocidos”.

Y, aunque la obsesión con los ‘me gusta’ no tiene límite de edad, el grupo de mayor riesgo lo conforman adolescentes y jóvenes “porque están en una etapa de transición en la que va tomando relevancia no solo lo que opinan sus padres sobre ellos, sino también sus amigos o personas en general”, señala la psicóloga Daniela Terán.

Y esto se da porque constantemente se comparan con conocidos o celebridades, por lo tanto hace que centren su atención en lo digital y no paren de calcular cuantas personas se encuentran en su circulo virtual. “Muchos analizan sus logros académicos, su físico, el número de viajes o lugares que frecuentan para encajar en una falsa realidad que es creada solo para llamar la atención”, precisa Terán.

Esto da como resultado que los jóvenes no puedan estar sin el teléfono por más de cinco minutos. Como consecuencia, generará inestabilidad emocional, estrés, ansiedad, tristeza, angustia y falta de amor propio, debido a estar autocriticándose constantemente.[7]

Consejos para desprenderse de esta adicción 

  1. Reconocer que se tiene un problema. Para lograr algún cambio, es necesario admitir que tiene un problema, de esta manera podrá disponerse a solucionarlo. 
  • Llevar un control de tiempo en el que está conectado en cada red social. Esto lo puede hacer de forma manual o calculándolo a través de una aplicación que mide el tiempo automáticamente. 
  • Analice el valor que aportan a su vida las redes sociales. ¿Le sirve de algo estar en redes sociales? ¿Aprende algo que le resulta interesante? ¿Puede mejorar su negocio o redes laborales? ¿Le aporta las conexiones que hace con otras personas?
  • Escribir en una hoja lo que le gustaría hacer en vez de conectarse a las redes sociales
  • Establecer un momento del dia para revisar las redes sociales y evitar hacerlo en otro momento. 
  • Intentar al menos un día no ingresar a chequear ninguna red social y ocupar tu tiempo libre en cosas productivas, como por ejemplo: leer, meditar, hacer deporte o socializar con otras personas. 
  • Eliminar las notificaciones de todas las redes sociales. Ya que esto causa ansiedad por saber que esta ocurriendo. 
  • Reforzar el autocontrol, esto reducirá el deseo por ver las redes sociales y tornará conciencia que solo es parte de una tentación. 
  1. No llevar dispositivos a la cama, desprenderse de estos media hora antes de irse a dormir.[8]

Conclusión

Las redes sociales son plataformas que han llegado para hacernos formar parte de un mundo virtual en donde podemos contactarnos a tiempo real con nuestros amigos o con personas de todo el mundo. Lamentablemente, cuando no se tiene un límite de tiempo o control en la navegación de estas redes puede desencadenarse una obsesión o incluso peor, una adicción. 

El abuso de las redes sociales es un fenomeno preocupante en algunas situaciones, pero esto puede denotar la existencia de otras alteraciones, como por ejemplo, personales o familiares, las cuales un profesional debe detectar adecuadamente para poder abordar el problema. 

Debido a que los más vulnerables a sufrir de este tipo de adicciones son los adolescentes, es necesario que los padres tengan un control de lo que sus hijos realizan a diario, para así identificar el problema a tiempo y no dejar que se agrave. 

Es necesario que las personas aprendan a diferenciar las redes sociales virtuales con las relaciones sociales en la vida real. Parte del desarrollo es importante construir una comunicación interpersonal, la cual requiere de un contacto cara a cara. En cambio, las relaciones sociales ficticias acabarán por derrumbarse. 


[1] ORTEGA, Alex (2021) Adicción a las redes sociales: el abuso de lo virtual. En: PsicologíayMente

[2] CLINICA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES (2020) Consejos para superar la adicción a las redes sociales 

[3] ECHEBURÚA, Enrique (2018) ¿Cómo y quiénes se hacen adictos a las redes sociales?. En: El País 

[4] ECHEBURÚA, Enrique (2013) Atrapados en las redes sociales. En: Crítica

[5] ECHEBURÚA, Enrique (2013) Atrapados en las redes sociales. En: Crítica

[6] FÀBREGAS Josep (2021) ADDICIÓN A LAS REDES SOCIALES: Perfil, síntomas y tratamiento

[7] TAPIA, Vanessa (2021) La generación Z y la obsesión con los likes. En: Expreso 

[8] CLINICA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES (2020) Consejos para superar la adicción a las redes sociales


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