Por: Camila Rojas

La Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) ha creado un proyecto llamado “Rememos Todos” el cual busca la participación de personas con discapacidad en deportes naúticos como el paracanotaje y el para Va’a (canoa polinesia). De esta manera, practicarán este tipo de deporte de manera segura como terapia recreativa y también de foma competitiva a nivel nacional e internacional.

Esta iniciativa no solo es de carácter social, sino también tecnológico, ya que será utilizado para desarrollar el equipamiento deportivo, el cual ayudará a optimizar el rendimiento de las competencias y apoyará distintos tipos de rehabilitación. La tecnología será utilizada en asientos sensorizados y simuladores de canotaje, así lo indica a la agencia Andina, Cesar Lengua Huertas, magíster en ingeniería mecánica por la PUCP. 

Agrega lo siguiente: “Nuestro objetivo es hacer que tanto el paracanotaje como el Para-Va’a sean reconocidos y practicados de manera sostenible en el Perú. Actualmente, se cree que los deportes náuticos a remo son inaccesibles por ser costosos o muy difíciles para personas con discapacidad, pero no es así”. 

Por el lado tecnológico, en junio de este año, Indecopi entregó un simulador de canotaje que se adapta a las personas que tienen discapacidad motora inferior. Esto fue desarrollado por los ingenieros Cesar Lengua y Mario Velásquez Elguera, de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).

Esta herramienta cuenta con una piscina armable en la que se coloca una canoa adaptada de Va’a y en su ingreso han implementado una escalera y un puente para que las personas con discapacidad en sus piernas o el tronco puedan subirse a través de este. 

“Este simulador tiene la particularidad de ser versátil y modular. Además, cuenta con sensores y cámaras que permiten mejorar el nivel competitivo de quienes lo usen”, indica Lengua.

Este simulador también les permite a las personas recibir un cierto tipo de rehabilitación. Por ejemplo, las mujeres que han necesitado una mastectomía por tener cáncer de mama, esto les ayuda a evitar el desarrollo de linfedemas o acumulación de líquido en los ganglios de los brazos.

El equipo de investigación también han desarrollado unos asientos de canoas adapatados para las necesidades de la persona que lo va a utilizar. Lengua explica que previo a la competencia, deben evaluar a las personas con algún problema físico para poder saber qué particularidades necesitará su asiento. 

De igual forma, se pretende instalar sensores en los asientos para que las personas con discapacidad puedan ser puestas directamente en el simulador, como actividad complementaria a la clasificación funcional, además de medir el rendimiento del remador. 

Además, este proyecto innovador ha desarrollado un ergómetro de doble operación, una máquina estática que emula al simulador de canotaje y que consta de un remo (en el caso de kayak) o pala (para el Va’a) cuya función es entrenar la sincronización y fuerza de los remadores para distintas competencias.

Para concluir, Lengua dennota que al ser nuevo este paradeporte tiene pocas publicaciones, por ello están centrados en querer mejorarlo. 


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