¿Un proyecto o el otro? ¿Trabajo administrativo o profundo? ¿Leo o medito? ¿Barato o caro?

Pareciera que siempre tenemos que elegir. De hecho, aunque no tengamos que, buscamos elegir, tanto así que pasamos buen tiempo buscando más opciones y luego deliberando cuál puede ser la mejor. No tener opciones es frustrante, pero tener demasiadas también, solo que pareciera que de esto último no nos damos cuenta tan fácilmente.

Nadie en su sano juicio se pensaría en tomarse más tiempo eligiendo que viviendo la opción elegida, o eso creemos. Sino pregúntale al que convive con una persona durante varios años para “evaluarla”, luego casarse y terminar separados a los 6 meses; o sino al que pasó 5 años estudiando una carrera, esperando agarrarle el gusto, para finalmente dedicarse a algo completamente distinto en su primer trabajo.

Lo curioso es que dicen que antes la gente se divorciaba menos, a pesar de que los matrimonios eran arreglados: parece que justamente como no se tenía opción a elegir se ponía más esfuerzo en lograr que la relación funcione. Dicen también que antes no te cambiabas de carrera: nacías panadero o agricultor porque tu familia lo era y ahí te quedabas feliz toda la vida.

Por otro lado, por más completo análisis que lleves a cabo, nada te puede asegurar que vas a elegir la opción correcta, solo tal vez, la que tiene mayor probabilidad de funcionar dada la información disponible.

Me pregunto entonces, ¿por qué nos preocupa tanto poder elegir si a veces las cosas pueden funcionar con lo que me toca, si puedo ahorrar tiempo y si es muy probable que me equivoque? La única respuesta lógica que se me ocurre es “libertad”, la cual a veces valoramos más que nuestra felicidad.

Poder elegir es un privilegio, pero solo cuando lo entendemos como tal y lo usamos para mejorar las situaciones. Si no estamos preparados para esto, elegir es un castigo.

Es bueno tener opciones, solo que no tantas. Es bueno tomarse el tiempo para pensar, solo que no tanto. Es bueno analizar información, solo que no mucha. La libertad es realmente útil cuando viene con balance, y ninguno mejor que el auto-balance.

No te olvides que siempre tienes una opción disponible: no tener que elegir.


Suscríbete y recibe más contenido como este: