Dicen que leer es viajar en el espacio o en el tiempo, o en una combinación de ambas dimensiones. Yo creo que además puede implicar el viaje a otra realidad, a una que no percibiríamos de no ser por otras mentes.

Este año que termina tuve la oportunidad de viajar nuevamente a nuevos lugares, otras épocas y sobretodo distintas realidades, pero con una gran diferencia: aprendí que tan importante como experimentar los viajes es regresar a casa para pensar en ellos e intentar descubrir cómo traer algo de lo mejor que vi para que exista aquí, pues aún cuando leer te hace justamente más ciudadano del mundo (del universo en realidad), qué mejor que tener un pedacito de todo lo mejor a tu lado.

Reading can teach you the best of what other already know. Reflection can teach you the best of what only you can know.

James Clear

Otra de las diferencias en mi rutina viajera de este año fue que me trasladé un poco más al pasado y que lo hice más por tierra. La historia y lo que pensaban mentes de épocas anteriores, que en cierto sentido no eran muy distintas a la actual, son siempre grandes maestros. Y leer un libro impreso, tal vez no tan “práctico” como pensaba antes que leer un libro digital, me parece que te permite disfrutar mejor de los paisajes, pero sobre todo, permite regresar más fácilmente a los recuerdos cuando los tienes a un giro de tu cabeza.

La filosofía ha sido, sin duda, uno de mis lugares favoritos y que pretendo frecuentar más seguido en adelante. El atrevimiento de Nietzche (Nietzsche: El superhombre y la voluntad de poder) [1]Link al podcast https://www.spreaker.com/user/podit/nietzche , la complejidad de Kant (Kant: el giro copernicano en la filosofía) [2]Link al podcast https://www.spreaker.com/user/podit/cdf-03-3 y lo multifacético de Descartes (René Descartes: Un filósofo más allá de toda duda) me dejaron realmente pensando. Pero mucho más atrás todavía, cuando uno lee algo de Platón (Platón: la verdad está en otra parte) [3]Link al podcast https://www.spreaker.com/user/podit/platon y Aristóteles (Aristóteles: De la potencia al acto), no puede sino quedarse boquiabierto al imaginárselos pensando y respondiendo a las cuestiones más complejas de la vida con mucho menos a la mano que nosotros, que más bien hoy nos preocupamos por estupideces la mayor parte del tiempo. Entendí que si no tienes filosofía en tu vida, tal vez no tengas vida:

For the classics, philosophical insight was the product of a life of leisure; for me, a life of leisure is the product of philosophical insight.

Nassim Nicholas Taleb

Viajé por supuesto al pasado, algunas veces para tener un panorama general de ciertas épocas, encontrando muy gratas sorpresas. Mis viajes a nuestros antepasados fueron vía Historia Del Tahuantinsuyu, Atahuallpa: El último emperador Inca [4]Link al podcast con el autor, Daniel Larriqueta: https://www.spreaker.com/user/podit/ddo-014-entrevista y Quipus: Mil años de historia anudada en los Andes y su futuro digital , los cuales no solo me hicieron entender que la historia de nuestros antepasados fue muy distinta a como te la enseñan “por encima”, pero me motivaron lo suficiente para seguir profundizando, empezando por el quechua. Viajé también por la historia universal con Breve Historia de las Mentiras Fascistas y Caste: The Origins of Our Discontents, para comprobar de que el mal, lamentablemente, no tiene tiempo ni geografía, pero sí un lugar en donde vivir: nuestra mente (sino, lean también True crime: La fascinación del mal) [5]Link al podcast con el autor https://www.spreaker.com/user/podit/ddo-ep-10 . Y tal vez el viaje más amplio en tiempo y espacios fue el que hice con el Hilo de Oro: Los Clásicos en el Laberinto de Hoy, [6]Link al podcast con el autor https://www.spreaker.com/user/podit/ddo-012-entrevista que me dejó con mucha hambre de más clásicos; mientras que el más complejo pero aleccionador aún así fue el de Historia de la Eternidad (tenía que ser Borges, mente de otro nivel).

El otro tipo de viaje al pasado es el que uno hace dentro de la mente del protagonista, ya sea porque él mismo lo cuenta o porque te lo explica alguien que lo conoce bien. Bolívar: Libertador de América, explica de forma espectacular la grandeza de un hombre, que con sus conflictos internos y defectos, hizo mucho por todos nosotros, mientras que Confesiones de un inquisidor: Memorias de César Hildebrandt en diálogo con Rebeca Diz Rey me hizo recordar lo importante de la cultura para formar la mente (tremenda la de Hildebrant), pero sobretodo entender que la literatura puede llevarte a esas realidades que necesitas percibir para realmente vivir. Triste recordar que otras mentes, tal vez igual de brillantes, no fueron empleadas para los mejores fines (El Código García).

El cerebro (¿Por qué tenemos el cerebro en la cabeza?), el cuerpo (The Body: A Guide for Occupants) y la salud (Lifespan: Why We Age—and Why We Don’t Have To y El secreto de los carbohidratos) son lugares que siempre procuro visitar para entender mejor nuestro hardware y aprender a cuidarlo, siendo que estoy aplicando mucho de lo aquí aprendido y sentir que la máquina funciona mejor que antes, inclusive. Pero como al final somos un punto en un volumen infinito, uno no puede dejar de recuperar perspectiva aprendiendo algo más del universo, para lo que Astrophysics for People in a Hurry y Más allá del Big Bang han sido excelentes guías.

Personalmente ya me había declarado ciudadano del país de los animales hace algunos años, pero este entendí que no era por la razón correcta. Felizmente No como animales y Diario de un activista (vegano), me ayudaron a corregir y ahora sí ser vegano por ellos, no por mí.

Como siempre es bueno estar al tanto de las novedades de la tecnología, pero específicamente de las que pueden ser realmente útiles, Blockchain: La revolución industrial de internet y The Infinite Machine me han introducido de forma muy interesante al mundo blockchain, del que debemos esperar muchas revoluciones en los años que vienen, al parecer positivas, sobretodo porque serán más sociales que solo económicas.

Todos los años hago también, aunque cada vez menos, viajes de negocios, pues creo que en este ámbito se necesita saber menos y hacer más, y What You Do Is Who You Are y Purple Cow, me han hecho entender que esos viajes no los podría hacer solo (mi trabajo es convencerlos a que me acompañen), y que no tiene sentido hacerlos de la forma convencional (el único color que ahora distingo es el morado; todo lo demás lo veo blanco y negro).

Mis paseos ya acostumbrados por el desarrollo personal empezaron por el espectacular clásico Man’s Search for Meaning, pasando por los muchos más recientes pero muy interesantes también Think Again y Ética del Despiadado, además de una visita rápida a Encantado de Conocerme. Hice algunas paradas para aprender muchísimo del manejo del dinero con The Psychology of Money, y de cómo escribir mejor con Manual de Escritura Competitiva. [7]Link al podcast con el autor https://www.spreaker.com/user/podit/ddo-013-entrevista, terminando casi el año con un viaje con grandes sorpresas Un Océano Ilimitado de Conciencia, del que me traje la determinación de aprender a meditar.

Como lo había planeado el año pasado, producto de algunas experiencias inolvidables, esta vez visité mucho más la literatura, haciéndome más fan de Murakami (After Dark y Kafka en la Orilla) y visitando nuevamente un par de monumentos como Crimen y Castigo y Cien Años de Soledad (creo que la primera vez era muy chico para valorarlos como corresponde). En estos rumbos me encontré con dos buenos lugares “off-broadway”, como Biblioteca Peruana y el desenfadado pero admirable Formas Propias.

También por los rumbos de la literatura tuve la suerte de encontrarme con cuatro novelas que realmente me dejaron pensando en cómo sería el mundo de haber cambiado algo en la historia (Civilizaciones), pero sobre todo en cómo será (si es que no lo es ya) si no hacemos algo para cambiar el rumbo: Mañana Las Ratas, Brave New World y 1984. (¿Qué pensarían Huxley y Orwell de estar vivos en éstas épocas?)

Hice también una visita a la realidad, dura pero alentadora de Latinoamérica con Simple: Una idea para transformar el futuro de América Latina y otra a la evolución del desarrollo de la humanidad con el ampliamente documentado y analítico Enlightment Now (me declaro también fan de Pinker), previa parada corta en el mundo de las matemáticas con Más Allá de la Razón Áurea.

No puedo terminar mi relato sin mencionar, no el lugar, sino el vehículo que me acompañó cada uno de estos días y sin duda me hizo todo viaje más interesante, hasta hoy y para siempre: The Daily Stoic.

Estos viajes, como los de cada año, me han cambiado. Y si existe una sola cosa de la que pueda estar orgulloso, no es de haber viajado tanto, sino justamente de haber cambiado, con la esperanza de poder seguir haciéndolo siempre, gracias a los libros, el único tipo de vehículo que realmente transporta tu mente (los demás solo pueden mover tu cuerpo).


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Notas

Notas
1 Link al podcast https://www.spreaker.com/user/podit/nietzche
2 Link al podcast https://www.spreaker.com/user/podit/cdf-03-3
3 Link al podcast https://www.spreaker.com/user/podit/platon
4 Link al podcast con el autor, Daniel Larriqueta: https://www.spreaker.com/user/podit/ddo-014-entrevista
5 Link al podcast con el autor https://www.spreaker.com/user/podit/ddo-ep-10
6 Link al podcast con el autor https://www.spreaker.com/user/podit/ddo-012-entrevista
7 Link al podcast con el autor https://www.spreaker.com/user/podit/ddo-013-entrevista