Jugábamos el primer partido del campeonato de básquet de ex-alumnos de mi colegio contra el equipo de másters, que si bien eran mayores que nosotros habían podido juntar a varios buenos jugadores de antaño. Como casi no habíamos entrenado antes, no era de esperar tan buen rendimiento, salvo porque algunos pocos habían seguido jugando otros campeonatos.

En efecto, empezamos perdiendo y así estuvimos casi todo el partido. Nuestra mayor preocupación, un jugador muy efectivo lanzando de tres puntos, estaba acertando casi todo, incluso de muy lejos. No había duda que estaba con “la mano”, que es como le solemos llamar a esta capacidad. No era que los demás jugadores no fueran tan peligrosos, pues hacían lo suyo, pero a quien no podíamos parar era a este buen lanzador.

Decidimos cambiar la forma de marcar en la segunda mitad del partido para pasar a individual. Siendo algo menores podíamos correr un poco más, pero sobretodo, podíamos marcar mejor a “la mano”. Nuestro mejor jugador se le pegó y funcionó: ya casi no pudo lanzar y cuando lo hizo estuvo suficientemente incómodo para fallar.

Al final ganamos el partido en el último minuto, luego de estar entre 5  y 8 puntos siempre abajo. Irónico que lo ganamos con una canasta de 3 puntos justamente, con uno de nuestro jugadores que a veces también tiene “la mano”.

La reflexión es que no existe “la mano” como una habilidad mágica que pueda resolver todo. Sin duda hay gente muy talentosa para algunas cosas, como lanzar de tres, y otros que con la práctica pueden acercarse bastante. Pero este partido prueba que mucho más potente que “la mano” es la estrategia y el trabajo en equipo. Contra algo así, no hay mano que valga.

En muchos otros ámbitos existe gente que parece tener “la mano”, desde la cocina hasta las finanzas, desde la pintura hasta los negocios, y dicen que incluso para las mujeres (y seguramente los hombres).

Qué bueno sería tener “la mano” para alguna actividad, pero no importa si naciste con con ella o que estás en una racha que se le parece. “La mano” puede ser de tremenda ayuda si la sabes aprovechar, pero lamentablemente no es suficiente.


Suscríbete y recibe más contenido como este: