Por: Camila Rojas
En el año 1950, John McCarthy creó el termino “Artificial Intelligence” y Alan Turing comenzó a utilizarlo en su artículo llamado “Computing Machinery and Intelligence”. Desde ese momento, hasta la actualidad, esta disciplina ha tenido grandes cambios.[1]
Para Patrick H. Winston, profesor del Massachusetts Institute of Technology, la Inteligencia Artificial son “algoritmos habilitados por restricciones, expuestos por representaciones que apoyan modelos dirigidos a bucles que unen pensamiento, percepción y acción”.
Otros autores, como por ejemplo, Jeremy Achin (CEO de DataRobot) indica que este tipo de inteligencia es un sistema computacional que se utiliza para que las máquinas realicen trabajos que necesiten la inteligencia humana.
Para la responsable de la enciclopedia tecnológica de Tech Target, Margaret Rose, se trata de un sistema que simula distintos procesos humanos como el aprendizaje, el razonamiento y la autocorrección.
En definitiva, estas tres definiciones hacen referencia a un sistema informático que piensa, simulando la inteligencia humana para realizar ciertas tareas que antes solo las personas lo podían realizar.
Tipos de Inteligencia Artificial
Tanto como Stuart Russell y Peter Norvig, ambos expertos en ciencias de la computación, indican que existen diversos tipos de IA.[2]
Sistemas que piensan como humanos: Desarrollan actividades como la toma de decisiones, la resolución de problemas y el aprendizaje. Un ejemplo son las redes neuronales artificiales.
Sistemas que actúan como humanos: Son computadores que tratan de cumplir las mismas funciones que un humano. Pueden ser los robots.
Sistemas que piensan racionalmente: Intentan copiar el pensamiento lógico racional de los humanos, es decir, se investiga cómo lograr que las máquinas puedan percibir, razonar y actuar en consecuencia.
Sistemas que actúan racionalmente: Imitan de manera racional el comportamiento humano como los agentes inteligentes.
Tal como se ha informado anteriormente, al parecer la Inteligencia Artificial tiene diversos aspectos positivos y ha llegado a revolucionar el mundo tecnológico, desarrollando una gran capacidad que se puede igualar al comportamiento humano. Pero algunas personas creen que la IA tiene ciertos riesgos. Sobretodo si se explora su potencial y no se limita a reproducir tareas humanas.
Stephen Hawking señaló que estas máquinas superarán completamente a los humanos en menos de 100 años. Asimismo, Nick Bostrom, filósofo sueco de la Universidad de Oxford, indica que “existe un 90% de posibilidades de que entre 2075 y 2090 haya máquinas tan inteligentes como los humanos”.[3]
Y es que sí, los sistemas de IA, de una forma silencionsa han ido ganando diversos espacios en casi todos los sectores económicos, empresariales y hasta en la medicina. Y lo más probable es que siga creciendo hasta jugar un papel fundamental en la economía en un futuro, lo cual es muy probable que ponga en marcha la Cuarta Revolución Industrial.
A pesar de que existen diversas opiniones con respecto a este tema, ya que algunos se muestran entusiastas por la innovación, hay otros que temen sentirse reemplazados por esta nueva tecnología.
Lo que es importante destacar es la creciente preocupación respecto al impacto de la robotización sobre el empleo. Varios analistas afirman que los robots reemplazarán a los humanos en sus puestos de trabajo, por lo que generará un crecimiento del desempleo y caída del consumo, así como un deterioro de las arcas públicas.[4]
De acuerdo a esto, la robotización de la economía podría causar una crisis económica a futuro, debido a que la eliminación de puestos de trabajo traería consigo una mayor tasa de desempleo e incluso una reducción de los salarios aumentaría la producción de las empresas, esto generaría que exista un desajuste entre oferta y demanda lo cual desestabilizaría la economía. Dado esto, algunos analistas han propuesto que a los robots se les impongan unos impuestos especiales e incluso cotizaciones sociales. Esto tiene como objetivo desincentivar su implatanción y a la vez obtener recursos adicionales con los que compensar a los trabajadores desplazados por ellos.
Otra desventaja de los robots es que su costo de producción puede ser reducido. En ocasiones el hecho de insertarlos en un sistema productivo complejo requiere una serie de costes indirectos mucho más difíciles de estimar y orientados a adaptar las partes que interactúan con el nuevo sistema automatizado.
Seis leyes de la robótica propuestas por el parlamento europeo
Dada la irrupción inesperada de la IA y la robótica en nuestra sociedad, diversos organismos internacionales han creado leyes para crear una normativa de su uso y empleo y así, evitar cualquier problema que pueda surgir en el futuro.[5]
- Los robots deben contar con un interruptor de emergencia para evitar que se exponga a una situacion peligrosa.
- No deberán hacer daño a los humanos. La robóticas será utilizada únicamente para ayudar y proteger a las personas.
- No podrán generarse relaciones emocionales.
- Es obligatorio contratar algún tipo de seguro destinado a las máquinas de mayor envergadura. Si es que hubiera algún daño, son los dueños los que tengan que asumir los costes.
- Sus derechos y obligaciones serán clasificados legalmente.
- Las máquinas tributarán a la seguridad social. Su entrada en el mercado laboral impactará sobre la mano de obra de muchas empresas. Los robots deberán pagar impuestos para subvencionar las ayudas de los desempleados.
Desventajas de la IA en el entorno empresarial
- Disponibilidad de datos: Comunmente, los datos se muestran de forma aislada en las organizaciones o son inconsistentes y de baja calidad, con lo cual muestra un reto fundamental para las organizaciones que buscan generar costo desde la inteligencia artificial a escala. Para lograr superar esta barrera, va a ser de fundamental trascendencia dibujar un plan clara a partir de el inicio para lograr sustraer los datos de inteligencia artificial de una forma estructurada y consistente.[6]
- Falta de profesionales cualificados: Otro impedimento que se suele ofrecer a grado empresarial para la adopción de inteligencia artificial es la escasez de perfiles con capacidades y vivencia en esta clase de implementaciones. Es determinante en dichos casos disponer de expertos que ya hayan trabajado en proyectos de la misma envergadura.
- El coste y el tiempo de implementación de los proyectos de IA: Los gastos de utilización, tanto a grado de plazos como económico, es un elemento bastante fundamental en el momento de decantarse por realizar esta clase de proyectos. Las organizaciones que carecen de capacidades internas o que no se hallan familiarizadas con sistemas de inteligencia artificial, tienen que ver la externalización tanto de la implementación como del mantenimiento para lograr tener resultados exitosos en su plan.
Desventajas de la IA en la práctica medica
- Costos elevados: Aún cuando es algo natural, una vez que un producto sale al mercado muestra un costo bastante alto y conforme pasan los años se vuelve accesible. Por ejemplo, las televisiones que en un inicio eran objetos de lujo y hoy son bastante económicas. Algo parecido ocurre con los equipos médicos que incorporan la IA, puesto que no estan al alcance de todos y mientras más recientes y novedosos sean, su precio será mayor.[7]
- Alta complejidad: Algunas personas no están familiarizadas con las nuevas tecnologías, por lo cual le será difícil manejar estos nuevos equipos. De esta manera, no será posible facilitar la labores de los médicos, ya que no están diseñados para todos.
- Pérdida de empatía: Los chatbots se han convertido en uno de los mayores avances tecnológicos que incorporan la IA y cada vez son más empleados en consultorios médicos, pero la parte negativa y que muchos pacientes han notado es que se pierde la empatía de tratar con un humano y ahora las conversaciones son frías y artificiales.
Riesgos de la IA en el sector público
Definitivamente la colaboración hombre-máquina implica riesgos. Los más notorios tienen que ver con la transparencia y la “explicabilidad” de las decisiones que se tomen a partir los sistemas de IA, la seguridad y la privacidad de la información que alimenta estos sistemas.[8]
Según la Ocde y el Grupo de Expertos de Altos Nivel sobre IA de la Comisión Europea, es necesario que hayan diversos requisitos esenciales para que los sistemas de IA sean confiables.
Dado esto, se necesita la intervención y supervisión humana, la información debe almacenarse de manera segura, se debe garantizar la privacidad y una buena gobernanza de los datos, asegurar la transparencia y la posibilidad de explicar los resultados de la IA, asegurar la diversidad, no discriminación y equidad, el bienestar social y medioambiental, y la responsabilidad y rendición de cuentas.
“Es imprescindible garantizar la transparencia en el proceso de entrenamiento, desarrollo y adopción de soluciones de IA, el cual debe ir acompañado de principios éticos claros, generando una cultura de uso responsable de esta tecnología”, indica
Armando Guío, Investigador del Berkman Klein Center for Internet & Society, en la Universidad de Harvard.
Además señala que los sistemas de IA tienen que trabajar con total transparencia y poner el debido cuidado en la comunicación con los ciudadanos.
Por ejemplo, el ciudadano deberá conocer en qué sentido un sistema de IA influyó en la aceptación o rechazo de un crédito, o en la selección para ser beneficiado de un programa social, por ejemplo.
Pero esto generará un riesgo, ya que es difícil de entender las entrañas de la IA y lo será aún más poder explicar sus implicaciones a los ciudadanos.
Pero en definitiva, los riesgos asosciados a la seguridad son los más peligrosos.
Si consideramos que un ataque cibernético podría cambiar los parámetros y funcionalidades de un sistema de IA, cualquier vulnerabilidad en los códigos trascendería el ámbito digital para llegar al físico, ya sea en los ámbitos de salud, transporte y otros sectores.
Conclusión
Definitivamente la IA ha revolucionado el mundo tecnológico, simplificando distintas tareas, utilizando una inteligencia tecnológica mucho más poderosa, al punto de querer reemplazar a los propios humanos.
Si bien, todo luce de maravilla y parece ser una inteligencia que ha llegado a facilitarnos la vida, muchos expertos no lo ven de esta manera.
Todo indica que la robótica, utilizada con la inteligencia artificial, puede ser un peligro para la humanidad, ya que fomentaría una tasa mayor de desempleo, crisis económica y reducción salarial. Asimismo, los seres humanos temerían sentirse reemplazados por esta nueva tecnología.
Por otro lado, la IA, en distintos ámbitos también causaría un riesgo, debido a que incluirlo ya sea en las empresas, en la medicina o en nuestra vida cotidiana implicaría un gasto elevado, puesto que estos equipos no son baratos. Además, no todas las personas tendrían la capacidad para poder manejarlo, por no tener familiarización con las nuevas tecnologías. Por último, estas máquinas inteligentes carecerían de perspectiva moral y de empatía con los demás.
En definitiva, la IA ha llegado para quedarse y poco a poco abarcará más espacios de nuestra vida. Es ahí cuando entran ciertas dudas, como por ejemplo, ¿cómo cambiará esto en la sociedad? ¿Cómo será su evolución? ¿Traerán más ventajas y desventajas de las que ya hay? La respuesta es un poco complejo pero al final, está en cada uno decidir el uso que quiera darle.
[1] NEXUSINTEGRA (2020) Ventajas y Desventajas de la Inteligencia Artificial en Empresas
[2] WINECTA (2019) ¿Qué es la Inteligencia Artificial? ¿Cuáles son sus aplicaciones?
[3] IBERDROLA (2021) ¿Somos conscientes de los retos y principales aplicaciones de la Inteligencia Artificial?
[4] CABALLERO, Federico (2019) La revolución de los robots:ventajas y desventajas. En: Economipedia
[5] IBERDROLA (2021) ¿Somos conscientes de los retos y principales aplicaciones de la Inteligencia Artificial?
[6] NEXUSINTEGRA (2020) Ventajas y Desventajas de la Inteligencia Artificial en Empresas
[7] ROJAS, Rodrigo (2018) 3 desventajas de la Inteligencia Artificial en la práctica médica. En: Saludiario
[8] PORTAFOLIO (2021) Los beneficios y desventajas de la IA en la gestión pública
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