Por: Camila Rojas

Introducción 

Miles de afroamericanos durante la Revolución Americana lucharon y colaboraron para lograr la independencia y nacimiento de Estados Unidos. Esto produjo que el movimiento abolicionista se fortalezca y pueda erradicar la esclavitud en algunos estados del norte. Por otro lado, los estados del sur continuaron con la esclavitud, debido a que el mercado de algodón era muy grande en esa zona y necesitaban contar con mucha mano de obra.

De la misma forma, continuaba el discurso de inferioridad hacia la gente negra y no solo a los esclavos, puesto que no serlo no significaba ser igual. La legislación ahondó en la segregación racial y continuó siendo racista. 

Los Minstrels 

Billy B. Van, la música de los esclavos

Desde 1830 en adelante surgieron los minstrels, los cuales eran espectáculos en donde un artista blanco se pintaba la cara de negro y parodiaba la música, el habla y la danza, además de exagerar las características físicas de las personas negras. Inicialmente, estos espectáculos se realizaban en los estados del norte, en donde la exclavitud había sido eliminada y existía una gran cantidad de gente blanca pero de bajos recursos. Estos creían que su supervivencia estaba siendo amenazada por los negros libertos y por ello, estigmatizaban y oprimían a la raza negra, pese a que ellos también eran discriminados por los grandes empresarios u otros blancos adinerados. 

Lo extraño fue que conforme pasaron los años, artistas negros también comenzaron a practicar el minstrel. Uno de los más conocidos fue William Henry Lane, que adoptó el pseudónimo artístico Master Juba, que triunfó hacia 1840 y llegó a actuar en Inglaterra. Es interesante leer la fascinada descripción que de una actuación suya en 1842 hizo Charles Dickens: Aquel joven negro es el mejor bailarín de que se tiene noticia. (…) Arrastrando los pies, chasqueando los dedos, poniendo los ojos en blanco, retorciendo las rodillas, situando la parte trasera de las piernas delante, girando velozmente sobre la punta de los dedos, bailando sobre dos piernas izquierdas, dos piernas derechas, dos piernas de madera, dos piernas de alambre… termina brincando de manera gloriosa hacia el bar y pidiendo algo de beber”. 

Los músicos negros eran mucho más talentosos y creativos que los músicos blancos. Pero tenían dos importantes razones por las cuales decidieron dedicarse a parodiarse a ellos mismos: la primera fue que era un modo fácil de ganarse la vida después de haber perdido la condición de ser esclavos y lo segundo es que pudieron enriquecer su actuación, proyectando una mejor versión hacia la mirada ignorante de los espectadores blancos. 

Los minstrels ofrecían, pues, una especie de descafeinada y malintencionada parodia de la vida y comportamiento de los esclavos negros. Pero ¿cómo era la música que creaban los propios negros? Podemos dividir toda esa música, a grandes rasgos, en tres temáticas estilísticas: las work-songs (canciones de trabajo), el resto de la música secular y la música religiosa. Veamos brevemente en qué consiste cada una de ellas.

Work-songs

Provienen de la tradición africana de cantar durante el trabajo de campo. La diferencia ocurría cuando en África, el trabajador ejercía su labor por su propio beneficio, en cambio en América, este lo hacía para los blancos. Es por ello que las work-songs, expresaban sentimientos de dolor al verse explotados por terceros.Como dijo Frederick Douglas, esclavo huido que llegó a ser un conocido líder abolicionista “es un error suponer [a los esclavos] felices porque cantan. Las canciones de los esclavos representan los sufrimientos, más que las alegrías, de sus corazones; y son aliviados por ellas solo en la medida en que a un corazón roto lo alivia el llanto”.

Por otra parte, los jefes blancos veían las work-songs como fuerzas positivas para el trabajo de sus esclavos, ya que ellos pensaban que podían durar jornadas más largas gracias a estas canciones. Dado esto, les imponían a que continúen cantando, con ello, se crearon letras mucho más duras y deprimentes. En definitiva, era un escenario desgarrador en donde miles de esclavos cantaban a la fuerza su desdicha. 

Música de esparcimiento 

Lo normal era que los domingos los esclavos tengan un día libre, en donde puedan descansar y tener una “vida normal”. La danza y la música eran parte esencial de sus quehaceres dominicales, tanto en el plano religioso como en el secular. Aunque muchos terratenientes blancos trataban (en general inútilmente) de prohibir esta danza a los negros por considerarla sacrílega, lo habitual era que imperase en ellos un sentido más práctico que religioso y permitiesen el libre esparcimiento de sus esclavos por sus favorecedores efectos psicológicos y morales. Por ello, a menudo les daban banjos y violines para que puedan desarrollar su ímpetu musical, aunque ellos usualmente utilizaban instrumentos rudimentarios, hechos con madera, huesos y piedras. Los bailarines participaban de la “parte instrumental” con palmeos en los muslos y las partes vocales contenían gritos, gruñidos y demás elementos de ascendencia africana.

Puesto que la privacidad de los esclavos no era respetada nunca, ni siquiera en sus días libres, no podían expresarse con libertad en las letras de sus canciones, por ello, su música comenzó a codificiarse fuertemente en sus letras, para que así los blancos no pudieran descifrar sobre qué trataba. 

Por ejemplo, la actriz Fanny Kemble menciona en sus memorias que en una ocasión escuchó a los esclavos cantar una letra que decía “Jenny shake her toe at me / Jenny gone away / Hurrah! Miss Suzy, oh! / Jenny gone away”. Ella escribe “lo que la odiosa Jenny pretendiese meneando los dedos de los pies se me escapa, pero su marcha era una inequívoca fuente de satisfacción [para los esclavos que cantaban]. Jamás he escuchado a los negros cantar palabras que tuviesen el menor sentido”.Probablemente los negros estaban ocultando tras el “toe” (dedo del pie) de la canción el “to” de origen kikongo que significa “trasero”, y cantaban en realidad, disimuladamente, al provocativo baile de la protagonista.

Los Espirituales

La más importante creación musical por parte de los esclavos americanos son los espirituales. Esto surgió porque los esclavos intentaron crear melodías y canciones similares a los himnos cristianos adaptándolos a su manera: de los himnos religiosos blancos utilizaron textos y melodías similares, pero le agregaron el ritmo y armonía que poseía el estilo musical negro. Los predicadores negros utilizaban estos himnos en sus sermones, de esta manera los feligreses acompañaban la ceremonia participando artísticamente. Burton W. Peretti comenta poéticamente, en su libro «Lift Every Voice and Sing: History of African American Music», cómo estas manifestaciones religiosas se dejaban oír a larga distancia: “En muchos pacíficos asentamientos rurales, los lamentos y el canto se derramaban a lo largo de los valles y más allá de las colinas, y resonaba con emoción en las memorias de quienes los escuchaban”.

Los espirituales al igual que las work-songs hablaban del dolor, de las tristezas y súplicas de los creyentes. Cada feligrés cantaba a su tiempo y modo, lo cual provocaba que se cante a destiempo del resto y como resultado se oía un himno embriagador, hipnótico y muy emotivo

Otros espirituales, en cambio, trataban de elevar el espíritu y la moral de los feligreses, y hablaban en consecuencia del gozo de ser creyente y otras alegrías propias de los cristianos; son las jubilee songs. Las palmas, el ritmo más vivo y la luminosidad y ligereza de las voces garantizaban la necesaria liberación de tensiones de los participantes, y su gozosa comunión espiritual.

El Ragtime

La música que habían traído desde África se fusionó con la de los colonos europeos y así nacieron las work-songs y los espirituales. 

Después de cuatro años, cuando la guerra civil americana finalizó, los instrumentos musicales se vendieron a un precio muy accesible. Entre ellos se encontraban el clarinete, trombón de varas, trompeta, bombos, platillos y tambores. 

La herencia europea iría modificándose con la influencia de los nuevos sones. Unos de los primeros estilos que surgieron fue el ragtime en 1890, tocado al piano. Pero las personas que tocaban este instrumento necesitaban estar en una posición acomodada, no solo porque el instrumento es costoso, sino porque se necesitaba una fuerte y costosa dedicación para estudiar el uso de este. Sus intérpretes y compositores eran negros con un estatus económico alto  en su mayoría, y habían recibido influencias de las marchas en cuanto al ritmo y de la música clásica en cuanto a que era escrita y que tenía una cierta complejidad técnica. 

Y será justamente el ritmo regular en la mano izquierda (la que lleva los bajos del piano) contrastando con la síncopa de la mano derecha la que provee de los elementos distintivos a este género.

Scott Joplin fue uno de los compositores más conocidos de ragtime.

El ragtime fue el género musical preferido para los comienzos de la pianola. Este instrumento era ni más ni menos que un piano mecánico, tenía unos rollos con papel agujereado que hacían que las teclas sonaran solas.

En el Archivo de Música se puede conocer una sorprendente Pianola -  Biblioteca Nacional

El Blues

El blues es una expresión musical que llegó a Estados Unidos a través de los esclavos. Ellos viajaban en barcos encadenados, por lo que se piensa que la única manera en que se podían expresar musicalmente era mediante la interpretación vocal. A finales del siglo XVIII y comienzos del XIX había en las plantaciones esclavos que tocaban el violín, el banjo o flautas bastante primitivas. En concreto, el banjo casi se puede asegurar que es la versión de un instrumento similar de Senegal, de cinco cuerdas, llamado halam.

El blue era intepretado por una sola persona y trataba sobre los problemas cotidianos y el día a día. El “holler” blues, era un canto a capela, en donde el solista cantaba para sí mismo con un elevado tono de voz y una mayor libertad, este estilo musical se relaciona más con el estado de Texas, debido a su condición geográfica y demográfica distinta. No fue hasta 1890, aproximadamente, que los estudiosos del folklore comenzaron a coleccionar la música popular y hasta comienzos de 1900 no se realizaron las primeras grabaciones de esta música. Y lo único que se sabe con certeza es que hasta ese momento tanto las work songs como los hollersse interpretaban sin ningún tipo de acompañamiento instrumental.

¿Pero cómo se hizo conocido este ritmo musical por el americano común? A través de los Minstrels, los shows que realizaban los blancos pintándose la cara de negro e imitándolos, como se explicó anteriormente. Este tipo de espectáculo era popular a mediados del siglo XIX y muchas de las canciones intepretadas en el lugar pasaron a formar parte de la música popular. Un aspecto importante a considerar fue el abandono con el tiempo, por parte de los músicos afroamericanos, del uso del banjo debido a la imagen negativa que daban de los negros en los minstrel shows.

W.C. Handy relata en su biografía que en 1903 se encontraba en la estación esperando a que llegara su tren, es ahí cuando vio a un músico negro que tocaba su guitarra con un cuchillo y a su vez cantaba “I’m goin’ where the Southern cross the Yellow Dog”. Handy se autorproclama como el inventor del blues aunque sí tuvo la idea de pasar a partitura las canciones que escuchaba en los barrios negros. Y dos temas suyos, “Memphis Blues” o “St. Louis Blues” han pasado a la historia como unos de los primeros blues en ser editados en una partitura con una estructura musical que era la de las 12 barras.

El Jazz

Este género musical se originó en las poblaciones cercanas al Delta del Mississippi en Estados Unidos y surgió de la unión de elementos negros, procedentres de los esclavos africanos occidentales o caribeños, con otros derivados de blancos europeos. 

Los primeros aportan un ritmo pecualiar sobre la melodía y armonía, con una polirritmia en la que, sobre un esquema de compases, se utilizan acentuaciones rítmicas diferentes, como en la música africana donde existe un contrapunto entre el ritmo de la palabra y el de los tambores. Además, en el jazz se percibe fácilmente la tradición africana-occidental por la forma de componer rítmicamente un tema, según la rítmica en cruz que superpone la polirritmia y la polimetría, es decir, la utilización de varios ritmos y el uso de distintos tipos de compás simultáneamente. Este tipo de rítmica está presente en Norteamérica hasta la llegada del swing, cuando el sentido rítmico africano se aplica al compás regular de la música europea, y perdura todavía en el ámbito afroamericano de los ritmos y bailes de las Antillas y Latinoamérica.

Hay que destacar que, a lo largo de la historia del jazz, ha prevalecido una concepción rítmica diferente en los períodos del ragtime, el dixieland, el swing o el bebop, aunque la unidad básica, en la mayoría de los casos, es el beat, el pulso que marcan a lo largo de la pieza la batería y el bajo o, al menos, uno de ellos.

Los segundos, es decir, los blancos de Europa, aportan los recursos musicales propios de su cultura incorporando melodías provenientes de óperas de Inglaterra representadas por blancos disfrazados de negros que, al fusionarse con la melodía negra protagonizada por esclavos de las plantaciones del sur de EE.UU., origina los denominados espectáculos minstrel donde hay una mezcla de canciones de trabajo, himnos religiosos, canción folklórica y elementos del teatro de variedades o vaudeville europeo en compañía por violín y banjo, cercana a la canción de Irlanda y Escocia. Además se aprecia la predominación europea en el ragtime, que fusiona las marchas de las bandas blancas con la canción típica europea adaptada a los ritmos sincopados de la canción africana y que usa primordialmente el piano, difundido en Norteamérica a fines del S. XIX. 

Por todo ello, la identidad musical del jazz es compleja y bastante singular, debido a que si bien es cierto que es un producto de la cultura afroamericana, además ha estado abierto a otras influencias y tradiciones musicales, por lo cual hay diversas componentes que han intervenido en su gestación. 

A fines del S.XIX, surgieron las primeras notas del blues y las bases del jazz quedaron establecidas con la conjunción de 3 puntos. El primero, los patrones rítmicos de África, el segundo, las melodías, instrumentación, fraseo y armonías de la melodía europea y, el tercero, el interés por la averiguación de un ruido propio en cada ejecutante. 

Musicalmente, el jazz se caracteriza por la utilización de ritmos sincopados. Las melodías permanecen a modo de escala heptáfona (siete notas) en modo más grande o menor, aunque varían además a escala pentáfona o pentatónica (cinco notas) y a éstas se agregan una secuencia de notas variadas que, a veces, realizan llegar casi a la atonalidad. 

La armonía se añade después, debido a que los principios de la melodía negro-africana es de concepción rítmica, más que nada, por lo cual el jazz adopta únicamente las armonías más primordiales, mejor dicho, aquéllas que mejor se acomodan a los tipos de música africana. 

Conclusiones

Después de los expuesto anteriormente se puede destacar que las personas negras llevan el espíritu musical en la sangre. Un talento que lo utilizaron en muchas ocasiones para poder desahogarse, siendo una salida para toda la injusticia que recibían. Es por ello que, sus cantos usualmente reflejaban sus tristezas y dolor y este los acompañaba en su ardua labor de campo. 

Pero este gran talento no solo quedaba en su lugar de trabajo, sino que años después pudieron trasladarlo a espectáculos mucho más grandes, cuyos espectadores eran gente blanca. Pese a que la temática de estos espectáculos inicialmente era para burlarse de las personas negras, ellos se apoderaron de esto y pudieron demostrar sus habilidades y así eliminar el pensamiento ignorante que las personas blancas tenían sobre la gente negra. Y es en esos shows donde una revolución musical inició, ya que desde ese entonces su música comenzó a evolucionar y a ser llevada a distintas partes de Norteamérica. 

Su talento, junto a los recursos provenientes de las personas blancas de Europa, hizo que nacieran distintos géneros musicales como el conocido jazz y el blues. De esa manera se hicieron conocidos en distintas partes del mundo y pudieron sobresalir grandes artistas. Lo más importante es que eso indicó el fin de una era oscura y primitiva: la esclavitud. 

BIBLIOGRAFIA 

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