Hay una frontera delgada entre oportunidad y tentación.

En realidad, ambas son llamados a la acción, pero de diferente forma:

Opportunity may knock only once, but temptation leans on the doorbell.

Unknown

Las tentaciones aparecen todo el tiempo, por todos los medios y están desesperadas porque les hagamos caso. Las oportunidades, aunque alguna vez pueden necesitar respuesta rápida, son más discretas.

Existe otro aspecto que las diferencia: el beneficio.

Una oportunidad es aquella que vale la pena tomar porque el posible beneficio es mayor que el costo. Una inversión en valores, llevar un curso o iniciar la práctica de un deporte, pueden ser buenas oportunidades si las ganancias, aprendizaje o salud que esperamos ganar es mayor comparada con el dinero, tiempo y esfuerzo que vamos a invertir.

Una tentación es aquella que tiene mayor costo que el beneficio, pero normalmente el beneficio es tan inmediato que la hace seductiva. Esa golosina no saludable normalmente se siente bien en los primeros segundos, pero luego se pierde el encanto, fuera del posible daño futuro a la salud.

Las tentaciones son ruido. Una oportunidad es la señal.

Viene otra complicación: no basta distinguir oportunidad de tentación, sino una buena oportunidad de las demás.

Una buena oportunidad no solo tiene mayor beneficio que costo, sino que tiene el mayor beneficio sobre costo de todas las otras oportunidades. No se trata de encontrar B>C, sino max(B-C).

Pero nuestras capacidades son limitadas: perseguir una oportunidad siempre implica dejar de perseguir otra o todas las demás. Si empleas todo tu tiempo persiguiendo oportunidades promedio, no tendrás tiempo para las buenas.

Suena complicado, pero aquí un par de ideas para lidiar con esto:

  • Desconecta el timbre: No estar abierto todo el tiempo a oportunidades (menos tentaciones). Nosotros las debemos buscar, no al revés. Si es una muy buena oportunidad, ella nos encontrará, y si no, era porque no iba a funcionar bien por nuestra falta de capacidad.
  • Conócela bien antes de casarte: Mira la oportunidad que llega por todos sus lados. Intenta calcular el esfuerzo y por supuesto el beneficio posible, ten claro lo que deberás dejar de lado y sincérate contigo mismo para ver si tendrás la capacidad de atenderla.

No le des la oportunidad a todas las oportunidades, sino van a ser solo oportunidades. Además, cuando solo te enfocas en buenas oportunidades, no molestarán las tentaciones.