El otro día estuve en una clase corta sobre modelos mentales e ideas potentes y de las tres que tocó revisar me quedé pensando en una: vivimos en la pre-historia.

Pues claro, nuestro presente será pronto el pasado y varios años más, algo como la pre-historia. Pero la idea iba más allá al referirse a la innovación, en la medida que lo que hoy nos parece futurista (nos asombramos por el último juguete tecnológico), algunos años más tarde tal vez se verá como alguna piedra poco útil. De hecho, los realmente innovadores son aquellos capaces de hacer que su mente viva en el futuro mientras su cuerpo vive en el presente, sabiendo que lo que hoy tienen al frente no es la mejor solución a un problema.

Así que me quedé pensando en qué tipo de dispositivo existente hoy podría seguir existiendo en el futuro y siendo igual de útil, y creo que tengo una muy buena respuesta (no sé si la única): el libro. La mejor prueba es que el libro ha existido hace más de 5,000 años y si bien ha cambiado un poco en sus formatos, sigue siendo la herramienta más potente para transmitir conocimiento.

Algunos dirán que también están los periódicos, la televisión, la radio y por supuesto todas las variantes de comunicación online de hoy, pero no creo que ninguno de estos dispositivos haya podido igualar la efectividad del libro. Son más eficientes, tienen mucho más alcance, pero ninguna puede llegar al nivel de transmisión de un buen libro.

Entonces, si uno quiere crear algo que funcione hoy y en el futuro, no hay que innovar mucho en el dispositivo, sino en el contenido.

Si tienes un libro en la mano, estás en el futuro, aún cuando te esté contando algo del pasado; y además eso del pasado es muy probable que te sirva para hoy y para el futuro. ¿Existe otro dispositivo más potente que este?


Suscríbete y recibe más contenido como este: