Sé que debo hacer algo por reducir el sufrimiento de los animales: son demasiadas vidas, es una causa abandonada y muy grande la probabilidad de generar impacto.

Creo que puedo hacerlo ahora acomodando mis tiempos y destinando algo del dinero que genero y la verdad ya no necesito para mí y mi familia.

Y quiero hacerlo más que nunca. Gracias al altruismo eficaz, la filosofía y a conocer personas con enorme pasión por los animales he conseguido el impulso que tal vez me faltaba.

Ahora que sé que debo, puedo y quiero es fácil decidir empezar, y por eso lo estoy haciendo. Pero esta es una situación ideal: difícilmente se alinean estas tres dimensiones o la ocurrencia puede tomar mucho más tiempo que el que uno tiene para decidir.

Empezar por querer tiene problemas: puedo no poder, o peor, puedo no deber. Veo un carro que me gusta pero que no necesito. Creyendo que podía pagarlo lo compro, y luego me doy cuenta de que no me alcanzaba y me hago de un enorme problema. O sí pude pagarlo, pero como no lo necesitaba en algún momento me doy cuenta que fue una estupidez y me arrepiento.

Empezar por poder parece ser mejor, pero tampoco ideal. Si no sé que debo hacer, tendría que estar preparándome en demasiados aspectos o elegirlos al azar, con lo cual buscar luego el alineamiento con las otras dimensiones sería complicado. Tener dinero sólo para usarlo en lo que quiero y no en lo que debo tiene poco sentido, por ejemplo.

Empezar por deber parece ser el camino. Si estoy seguro que debo hacer algo voy a tener la motivación suficiente para prepararme en el poder, mucho mayor a la motivación que me daría sólo el querer. Si ya debo y puedo hacer algo, el último paso es relativamente sencillo: ¿cómo no querer hacer algo que sé que debo y puedo? Por último, es cuestión de encontrar el ángulo correcto, porque uno bueno al menos siempre existe.

Si deber es por donde se debe empezar entonces lo importante del viaje es mirar cada obstáculo o bifurcación y preguntarse por dónde seguir, luego pensar cómo avanzar y finalmente disfrutar de la decisión.

Debo, puedo, quiero. No hay otro orden, al menos para los aspectos importantes. Si sigo otro orden, entonces no era importante.


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