La historia tiene hechos muy interesantes y está llena de aventuras que siempre es entretenido escuchar, pero lo realmente importante es cómo estos hechos nos han hecho lo que somos y muy probablemente seremos.

De aquí lo peculiar de Sapiens y en general de todo lo que escribe Yuval Noah Harari: explicar la influencia de la historia en el presente y modelar un posible futuro.

Los Homo Sapiens, que creemos ser los dueños del mundo, efectivamente hemos desarrollado una serie de habilidades que nos han permitido expandir la especie en la geografía y el tiempo, pero lo cierto es que tuvimos mucha suerte. La evolución pudo haber tomado un camino distinto en el que no existiríamos probablemente, razón suficiente para valorar esta suerte e intentar vivir agradecidos con el mundo.

Ha sido el lenguaje o en general la capacidad de comunicarnos a niveles más complejos lo que nos ha hecho diferentes. La hemos usado promover la cooperación, facultad que no tienen tan desarrollada otros seres del reino animal y que es la que nos ha permitido construir fortalezas, crear países, concebir leyes e inventar el dinero, elementos que hoy nos parecen comunes pero que son simplemente nacieron en nuestra imaginación y nos han permitido crecer en base a la confianza. No solo comunicar sino imaginar y comunicar ha sido lo realmente lo poderoso. Hemos imaginado y creado religiones, partidos políticos, modelos económicos, monedas y demás, todo con la intención de lograr que grandes grupos de personas se unan en busca de objetivos comunes.

Uno de los primeros hitos que ha marcado nuestra historia ha sido la Revolución Cognitiva, que es el momento en el cual declaramos nuestra independencia de la biología. Somos conscientes de que hay límites biológicos sobre los cuales movernos, pero sobre ellos hemos creado una infinidad de cosas que vienen en nuestras mentes, y que en buena cuenta podemos agrupar dentro de lo que llamamos cultura.

De manera colectiva, la humanidad sabe mucho más que nuestros antepasados. Pero a nivel individual, los primeros seres humanos eran conocedores de mucho más cosas que los de hoy, y hábiles para muchas más actividades.

Todo este desarrollo ha tenido un enorme costo para la naturaleza. Antes de inventar la rueda, la escritura o las herramientas, el homo sapiens ya había acabado con la mitad de todas las especies grandes del planeta. Hoy ya no perseguimos (tantos) animales grandes, pero exterminamos millones de ellos para nuestro consumo.

La Revolución Agrícola, que se pensaba era otro de los más grandes saltos del desarrollo, podría en realidad haber sido un fraude. Es cierto que incrementó la cantidad total de alimento disponible para alimentar a la humanidad, pero no necesariamente mejoró la calidad de la dieta y dejaba muy poco tiempo para el desarrollo de otras actividades. Más aún, trajo consigo la explosión de la población, que a su vez requería más alimento. Desde el punto de vista evolucionario, dado que esta revolución permitió multiplicar la cantidad de seres de nuestra especie, podríamos pensar en que fue algo exitoso, pero el problema fue el costo: las condiciones eran muy malas (desnutrición, enfermedad, etc) y nuevamente, a expensas de otras especies.  Triunfó la especie, no el individuo.

Hemos imaginado o creado órdenes como el Cristianismo, la democracia o el capitalismo sin darnos cuenta que son invenciones, sino predicando que vienen de los dioses o de reglas de la naturaleza.  Estos órdenes nos han tenido prisioneros sin darnos cuenta. Es así que el romanticismo nos dice que para desarrollar nuestro potencial debemos vivir tantas experiencias como sea posible, mientras que el consumismo nos dice que para ser felices debemos consumir tantos productos y servicios como se pueda. Tanto nos hemos creído estas historias que hoy nadie podría cuestionar la existencia de el dólar, los derechos humanos o los Estados Unidos.

El dinero es sin duda una creación útil en la medida que facilita el intercambio de bienes y servicios. Todo el mundo quiere dinero porque todos los demás también lo quieren, de manera que puede ser utilizado para conseguir lo que quieres o necesitas. Yendo más allá, el dinero es el sistema universal más eficiente de confianza mutua jamás empleado.

Junto con el dinero y los imperios, la religión ha sido el tercer gran unificador de la humanidad. Se puede definir com un sistema humano de normas y valores basados en la creencia en un orden superhumano. Existen religiones monoteístas y politeístas, aunque en la práctica la mayoría tiene un poco de ambas (los cristianos creen en un Dios pero le rezan a varios santos). También están las religiones que se basan en un poder superhumano y las basadas en supuestos principios naturales. De estas últimas, el Budismo es tal vez la más difundida por estar más centrada en la persona: el primer principio del Budismo es “el sufrimiento existe. ¿Cómo me libero de él?”. El primer principio de las religiones monoteístas es “Dios existe. ¿Qué quiere de mí?”

La Revolución Científica se desató no tanto por la necesidad de conocer la verdad de las cosas, sino por el poder de la utilidad. Una teoría que nos permite hacer nuevas cosas es lo que constituye conocimiento. La ciencia puede explicar qué existe en el mundo, cómo funcionan las cosas y cómo podría ser el futuro, pero por definición, no tiene intenciones de saber como debería ser el futuro, para lo cual tenemos las religiones e ideologías.

La influencia europea en el mundo es evidente: vestimos, pensamos y comemos como europeos, solo que con algunos matices. ¿Qué pasó en Europa para que desarrollara tanta influencia en el mundo? Ciencia y capitalismo.

A diferencia de los grandes imperios antiguos, que conquistaban tierras para obtener poder y recursos, los imperialistas europeos conquistaban territorios para obtener conocimiento.

Para entender la historia de la economía moderna basta con conocer una palabra: crecimiento. La economía ha venido creciendo como un adolescente cargado de hormonas, que es lo único que al parecer importara. La creencia es que mientras más grande la torta, más nos tocará a todos. De aquí nace el crédito, que permite construir el presente a costas del futuro. Tan importante es el futuro para el capitalismo que su principio más importante es que las ganancias de la producción deben ser reinvertidas en incrementar la producción. El gran problema del capitalismo de libre mercado es que no puede asegurar que las ganancias sean obtenidas de manera justa ni que se distribuyan de manera equitativa. Además, para que funcione da origen a otra doctrina cuestionable: el consumismo. Los ricos deben invertir, los demás debemos comprar.

A pesar de que no lo valoramos como se debería, hoy hay mucha más paz en el mundo. Las guerras convencionales ya no tienen mucho sentido pues las armas nucleares las han vuelto suicidas. Anteriormente tenía sentido la guerra para hacerse dueño de recursos físicos, pero hoy la riqueza consiste fundamentalmente en capital humano y conocimiento.

La felicidad es una de las preocupaciones de la humanidad. El dinero la puede conseguir pero solo hasta determinado punto y la enfermedad tiene impacto negativo en el corto plazo (salvo continuo deterioro), pero lo que se sabe tiene mayor impacto positivo es la familia y la comunidad. Sin embargo, al final la felicidad se deriva de la correlación entre condiciones objetivas y expectativas subjetivas. 

¿Está cerca el fin del Homo Sapiens? Difícilmente, pero tal vez sí en su forma actual. Por ello se habla hoy día de que la vida que sigue podría tener que ver con ingeniería biológica (mejoramos nuestro cuerpo), ingeniería de cyborgs (lo complementamos con tecnología) o ingeniería de vida inorgánica (la tecnología cobra vida). Tal vez la pregunta no sea ¿en qué nos queremos convertir? sino ¿qué queremos querer? ¿Hay algo más peligroso que dioses insatisfechos e irresponsables que no saben lo que quieren?

¿Qué aprendí de nuevo?

Conocía algunos hechos aislados y muchos otros no, pero es la correlación y la evolución de los mismos el más rico aprendizaje de la historia contada de esta manera. Así es más fácil entender lo que somos hoy y lo que debemos cuidar para no desviarnos del camino que puede hacer del mundo un lugar más justo y perdurable, para todos.

¿Con qué no estoy de acuerdo?

Con los hechos históricos difícilmente no estar de acuerdo porque es así como ocurrieron. Es cierto que el autor busca interpretar muchos de ellos pero en mi opinión las deducciones son muy lógicas y creo que más bien son base sólida para las predicciones que Yuval Noah Harari hace en otros textos.

¿Qué ha cambiado en mi luego de leerlo?

Desde que leí este libro me interesé de sobremanera en la historia y en tratar de ver el mundo desde una perspectiva más amplia que mi visión diaria. Cuando uno se entera de todo lo que ha pasado desde que el hombre pisó la tierra es que recién puede valorar realmente todo lo que tiene y además entender que hay temas más importantes en los qué pensar que lo cotidiano.