Si bien el éxito puede tener muchas definiciones, en todas hay algo en común: en simple, ser feliz en la vida y en el trabajo.  El éxito no es lo que ves en la tele; no tiene que ver con ser perfecto pero sí con saber en qué eres el mejor y estar adecuadamente alineado con el contexto.


Los mejores alumnos en el colegio raramente son los mejores en la vida. pues el colegio premia a los estudiantes que hacen consistentemente lo que se les dice y son generalistas. Se valora poco la creatividad y la pasión por algo.  Pero seguir las reglas no crea éxito: solo elimina los extremos, bueno y malo.  Pasamos mucho tiempo tratando de ser “buenos”, cuando bueno es simplemente promedio. Para ser exitoso hay que se diferente y eso no se logra siguiendo la visión de lo que la sociedad cree que es bueno. Los estudiosos trabajan muy duro para conseguir buenas notas, pero los creativos obsesivos también ponen enorme empeño en los proyectos de su interés.

En el mundo de las inversiones en capital de riesgo se sabe que lo que importa son justamente los extremos. Aquella iniciativa con buen producto, buen equipo, buen mercado, etc., en el mejor caso, tendrá rendimientos promedio. Pero solo las que tienen realmente algo diferente son aquellas que tienen chance de multiplicar los retornos.


Para ser exitoso en la vida la clave es conocerse a uno mismo, pues sabiendo lo que quieres y de lo que eres capaz puedes enfocar tus esfuerzos en lo que será más efectivo. Además, mientras más horas pases haciendo aquello en lo que eres bueno, menos estrés y más felicidad y respeto. Hay que conocerse y elegir el lugar adecuado para poner en práctica tus fortalezas.


Reglas para ser exitoso:.

  • Escoger la pecera ideal: serás como ellos
  • Coopera primero: simple para ti puede ser mucho para otros
  • Ser desinteresado no te hace santo, sino tonto.
  • Trabaja duro, pero que se note
  • Piensa en el largo plazo y haz que los demás también
  • Perdona: la vida es compleja para todos y no conoces todo de ellos

Aun cuando uno pueda creer que un buen vendedor debe ser extrovertido o tener habilidades sociales, la investigación muestra que es el optimismo lo que marca la diferencia. Los optimistas y pesimistas ven el mundo diferente, en base a 3 Ps: permanencia, omnipresencia y personalización. Optimismo flexible es ser optimista cuando los riesgos son bajos o los beneficios son muy altos.

Nuestros cerebros están configurados para darle sentido a las cosas, que es como parte de nuestro sistema operativo. Es así que sentimos control. El sentido viene en la forma de historias que nos contamos acerca del mundo. Las historias no son imágenes perfectas del mundo pero nos permiten seguir y hacerlas realidad. Al cumplir nuestro “destino”, todo funciona mejor (destiny <> fate). Cuando uno siente control sabe que sus acciones y tiempo valen la pena, pues es muy probable que produzcan un resultado deseado. Los buenos juegos son ganables, tienen niveles, tienen metas y proveen feedback.

Una vez que uno ha encontrado algo que le apasiona, dejar otras cosas secundarias es una ventaja (“el precio de algo es la cantidad de vida que dejas de vivir por ello”). Por eso no necesitamos más ayuda, motivación, energía. Necesitamos menos distracciones, metas y responsabilidades (“Puedes hacer cualquier cosa una vez que dejas de hacer todo”).

Hay que probar nuevas cosas, pues aumenta tu probabilidad de tener suerte. Si siempre haces lo mismo, siempre obtendrás lo mismo. En todo caso, mejor probar rápido que nunca probar (“fail fast, fail cheap”). Usar el probar y salir como una estrategia consistente para ver en qué vale la pena no renunciar (experimentos).

Los extrovertidos suelen ganar más dinero, tener los mejores puestos y ser más reconocidos, pero los introvertidos son los que pueden crear cosas distintas en sus campos. La mayoría somos ambivertidos, dependiendo del contexto, y lo cierto es  que esa es la mejor estrategia: encerrarse para pensar y producir, pero aprender a comunicar y relacionarse. De aquí que el networking sea tan importante, y si bien para los extrovertidos es natural, todos podemos aprender a relacionarnos bien, pues la principal habilidad para ello es saber escuchar. Justo acerca de escuchar, los mentores pueden permitirnos aprender aquello del mundo que necesitamos saber antes de meter la pata por nuestra cuenta.

Las personas necesitamos sentir control de las situaciones y proyectarla, que no es otra cosa que tener confianza. Pero excesiva confianza puede derivar en daño a otros por creerse superiores y podría cegarnos para evitar darnos cuenta que debemos mejorar. Es bueno ser optimista para darnos fuerzas para hacer las cosas, pero también un poco pesimistas para estar preparados para las posibles fallas. Al final todo se resumen en modular la autoestima: suficiente para movernos y contagiar, pero evitando afectar a los demás. La confianza debe ser resultado del éxito, no una causa.

El único lugar donde éxito está antes de trabajo es en el diccionario, y es que para poder producir algo valioso no solo se necesitan muchas horas sino trabajo duro. Pero evidentemente todo tiene un límite. No solo necesitamos también tiempo para divertirnos, estar con la familia y atender otros aspectos de nuestras vidas (dormir uno de los más importantes), sino que sobre todo necesitamos control. ¿Cómo conseguimos control en nuestras vidas? Con un plan el cual no solo defina cuánto tiempo dedicar a cada aspecto de nuestras vidas sino que incluya aquellas cosas que debemos cambiar para que dependamos de nosotros mismos, pero además como avanzamos en los cuatro aspectos que pueden generarnos una vida con sentido: felicidad (disfrutar), conseguir cosas (ganar), ser tomados en cuenta (contar para otros) y transcender (continuar nuestro legado).

El éxito no siempre genera felicidad, pero la felicidad es requisito indispensable para el éxito.

Finalmente, el éxito en realidad consisten en alinear quién eres hoy con la persona que quieres ser. Reducir esa brecha es casi todo. La otra parte es volver a extenderla apuntando a ser mejor, y así sucesivamente. Si esa persona que quieres ser incluye a los demás, tienes todo.

¿Qué aprendí de nuevo?

Yo ya sabía que el éxito es relativo y con este libro lo confirmé. Solo que con relativo yo me refería a tener cuidado con las comparaciones, mientras que en el libro se explica que es relativo con uno mismo: el éxito se puede calcular como la distancia entre quién soy y quién quiero hacer, siendo que a menor distancia, mayor éxito.

Por otro lado, había entendido antes que la felicidad no es lo único que importa, pero aquí hay un modelo muy interesante para entender las dimensiones del éxito: felicidad + logros + contar para otros + legado. Si alguien quiere saber cómo organizar su vida para que tenga sentido, este modelo raya perfectamente la cancha. 

¿Con qué no estoy de acuerdo?

Creo que no se trata solo de balancear el tiempo dedicado al trabajo y la vida personal, o como ya sabemos, a los cuatro grandes aspectos del éxito mencionados arriba. Muchas veces no vamos a poder balancear el tiempo, pero también podemos controlarla la energía. Podríamos dedicarle menos tiempo a algún aspecto, pero si la entrega a ello durante ese tiempo es total, podemos conseguir el balance adecuado.

De hecho el libro no hace referencia solo al tiempo, sino más a los resultados. Pero creo que sería más preciso si la sugerencia especifica administrar tiempo y potencia (energía).

¿Qué ha cambiado en mi luego de leerlo?

Tengo solo cuatro aspectos en los cuales concentrarme para tener una vida con sentido. Creo haber estado avanzando un poco en cada uno, pero sin conocer cómo se llamaban las calles. No solo están más claras las prioridades sino que me ubico mejor, así que todo debería ser más fácil, o al menos, es lo correcto.


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