Las abejas son insectos gregarios y cooperativos que viven en colmenas en grandes colonias y han proporcionado miel y cera a la sociedad humana durante miles de años. Este uso comercial desarrolló la apicultura, una industria dedicada a la cría de abejas, aunque muchas especies aún viven en estado salvaje.

Con cerebros del tamaño de semillas, las abejas son insectos que realizan funciones sorprendentemente interconectadas para mantener la salud de la colmena. En lo que comúnmente llamamos abejas, en realidad hay tres castas: abejas obreras, abejas reinas y zánganos.

El trabajo de una abeja está determinado por su sexo. Todo lo que solemos ver son abejas obreras. Una colmena contiene alrededor de 30.000 a 80.000 abejas, casi todas ellas son obreras.

Su trabajo es asombroso, ¿verdad?, pero ¿sabías que miles de abejas sufren de diversas formas debido a su explotación para saciar los deseos humanos?.

Muchos de nosotros seguro jamás nos imaginamos que las abejas podrían llegar a sufrir, pero hay evidencias que indican todo lo contrario, ya que estos insectos, como muchos otros invertebrados, tienen la capacidad de sufrir y disfrutar. Lamentablemente, como ya se sabe, el humano es egoista, es por ello que la explotación de las abejas provoca el sufrimiento y la muerte de miles. Esto sucede especialmente con la miel, que las abejas producen por la ingestión de polen que luego regurgitan de manera repetida. Para tomar su miel, estos animales son dañados de varias formas y muchos mueren en el proceso.

El sistema nervioso de estos animales incluye un cerebro, al igual que otros insectos y artrópodos como los crustáceos. Además, las abejas aparte de trabajadoras son muy inteligentes, ya que su comportamiento es interesante y complejo. Ellas logran comunicarse entre si a través de diferentes movimientos que parecen como si etuvieran bailando, esto lo utilizan para dar a conocer la posición de las flores y donde pueden recoger el polen. Su memoria también es asombrosa, dado que pueden recordar donde se encuentran las flores y la colmena. 

Las abejas son animales sociales capaces de aprender y exhibir comportamientos complejos, incluso corrigieron su ruta de vuelo debido a la deriva del viento cuando se dirigían a una nueva fuente de alimento indicada por otra abeja.

Dicho esto, te presentamos esta reseña del artículo de Kenny Torrella, en el cual expone un estudio que demuestra científicamente cómo las abejas son capaces de sentir dolor y pueden tomar sus propias decisiones, asimismo reflexiona sobre el hecho de porqué no existe una ley que las proteja, como sí ocurre con otros animales. 

¿Por qué debes leer este artículo?

  • Explica un estudio publicado en la revista PNAS, investigadores del Reino Unido descubrieron que las abejas hacen compensaciones sobre cuánto dolor están dispuestas a tolerar para obtener una mejor comida. 
  • Indica porqué se debe tomar en serio el hecho de que las abejasc tengan capacidad para el dolor y sufrimiento, ya que esto puede suceder también con otros insectos. 
  • Muestra preocupación sobre que a pesar de que el estudio que demuestra esta realidad de las abejas, no generará un movimiento que consiga una ley de proteccion para los insectos. 
  • Concienctiza sobre el hecho de que los insectos también deben ser protegidos y promueve diversos cambios para lograr el cuidado de estos animales. 

Lee el artículo completo: https://link.vox.com/view/622b9cc1a059170b4c1f3e17h1ftw.vse/616b1806