Cuando pensamos en libertad lo primero que normalmente se nos viene a la mente es la imagen de una cárcel o de un esclavo, pues sabemos que libertad es justamente lo contrario: no estar encerrado en cuatro paredes ni tener que servir a alguien en contra de nuestra voluntad. Pero la libertad es más compleja que esto.

Creo que hoy en día ha tomado mucha fuerza la asociación de libertad con expresión, es decir, la capacidad que tenemos de decir libremente lo que queramos, no importa que no a todos les guste o sea contrario a las ideas tradicionales. Efectivamente esta libertad es muy importante y ojalá nadie estuviera prohibido de gozar de ella, pero:

  1. ¿De qué sirve la libertad de expresión sin libertad de pensamiento?

¿Estamos seguros que lo que decimos lo decimos porque lo entendemos o conocemos? ¿O solo estamos repitiendo lo que escuchamos, en la medida que más o menos calza con lo que creemos previamente?

En las últimas semanas en el Perú ha habido un claro favorecimiento de los principales medios de comunicación a una de las candidaturas a la presidencia. Algunos dirán que está bien porque es mejor apoyar la única opción viable que la alternativa improvisada, pero si casi todos los medios por los que se informa la gente solo presentan una visión de las cosas, ¿estamos dejando pensar libremente a la población?

Yo mismo reconozco haber sido influenciado por lo que veo en los medios, y aunque me quisiera considerar completamente imparcial, la verdad es que es muy difícil afirmarlo con toda seguridad: queramos o no, casi siempre tenemos información desbalanceada que nos jala para algún lado.

Luego, hoy casi todos podemos decir lo que creemos que pensamos, pero yo creo que no pensaríamos igual si la información que nos llegara fuera más neutral.

Por supuesto que a mí también me da miedo perder mi libertad de expresión, pero más miedo me da perder mi libertad de pensamiento, pues esta última es una enfermedad mortal y sin síntomas, mientras que la primera por lo menos avisa.

2. ¿La libertad de expresión solo trae cosas positivas?

Personalmente, lo dudo mucho. Por ningún lado estoy en contra de esta libertad, pero creo que nos hemos ido al extremo: como hoy es muy fácil decir cualquier cosa, por cualquier medio y tal vez llegar a miles de personas, lamentablemente mucha gente lanza opiniones sin fundamento, buscando reforzar posiciones que no se han dado el trabajo de cuestionar previamente.

Hoy es muy fácil lanzar piedras, pues como todos las lanzan, nadie será señalado culpable. Es muy fácil también ponerse del lado de alguno de los dos bandos por solo tener algunas cosas en común, pero a veces no nos damos cuenta que terminamos peleando por causas en las que no creíamos realmente. Este partido no lo juegan dos equipos sino 18 millones de personas y todas con los mismos derechos de participar y ganar.

3. “Ok. No importa solo la libertad de expresión, sino que cuidaré mi libertad de pensamiento.”

No es suficiente. Quedarte en pensar no va a cambiar el panorama. Es necesario pensar, expresarlo cuando es necesario y finalmente actuar.

El problema es que la más fácil de ejercer es la libertad de expresión, al menos como la hemos estado entendiendo. Decir es más fácil que hacer, pero pensar es la más difícil aún, si quieres pensar libremente.

Sin libertad de acción no sirve la libertad de expresión. Sin libertad de expresión no sirve la libertad de pensamiento. Sin libertad de pensamiento simplemente no existe la libertad.

Pensar, expresar y actuar. Eso es todo lo que debemos hacer, en ese orden, para ser libres.

(El único lugar en donde el orden es al revés es el diccionario).